Pesquisar

130 años en entrevista: la misión junto a los migrantes en Colombia

En el año en que celebramos los 130 años de la fundación de la Congregación de las Hermanas Scalabrinianas y de la llegada de Madre Assunta Marchetti a Brasil, presentaremos una serie de entrevistas para conocer la realidad de la misión de las Scalabrinianas en la Provincia María, Madre de los Migrantes.

En 2025, la Fundación de Atención al Migrante (FAMIG) celebra 30 años de existencia. La FAMIG fue creada en Bogotá, Colombia, en 1995, como respuesta al llamado del Cardenal Mario Revollo Bravo y bajo la misión de las Hermanas Scalabrinianas, comprometidas con la atención a las personas en situación de movilidad humana. Su labor surgió frente a una creciente crisis migratoria en Colombia, país históricamente receptor de migrantes, refugiados y personas desplazadas por la violencia interna.

Desde sus inicios, la Fundación se propuso brindar un acompañamiento integral a migrantes en condiciones de vulnerabilidad, quienes carecían de acceso a servicios básicos y al ejercicio pleno de sus derechos fundamentales. A lo largo de los años, ha evolucionado y adaptado su enfoque a las nuevas dinámicas migratorias, con especial atención a la migración venezolana, sin dejar de atender a desplazados internos y migrantes provenientes de otras regiones del mundo.

Actualmente, la Fundación continúa trabajando por la integración, la justicia social y la dignidad de todas las personas en situación migratoria. Para conocer mejor el trabajo de la FAMIG, el Servicio de Comunicación entrevistó a la Hermana Valdete Wilemann, Secretaria Ejecutiva de la Fundación de Atención al Migrante.

Lea la entrevista.

¿Cuál es el perfil del público atendido por la misión?

Hna. Valdete Wilemann: El perfil de las personas atendidas en nuestra misión es diverso. En su mayoría, son migrantes venezolanos que han huido de la crisis política, económica y social en su país, pero también atendemos a colombianos retornados, desplazados internos por conflicto armado, así como a migrantes de otras nacionalidades que, debido a su situación irregular, se encuentran en una situación de vulnerabilidad extrema.

Muchas de estas personas, sobre todo las más jóvenes y las mujeres, llegan con grandes traumas debido a su experiencia de desplazamiento forzado. En general, el 90% de nuestros beneficiarios provienen de situaciones de pobreza extrema y carecen de redes de apoyo.

Hna. Valdete Wilemann, Secretaria Ejecutiva de la Fundación de Atención al Migrante

¿Cuáles son los principales desafíos que enfrenta la misión en esta región?

Hna. Valdete Wilemann: Uno de los mayores desafíos que enfrentamos es la sobrecarga institucional y la falta de recursos para cubrir la creciente demanda de servicios a personas en el contexto de movilidad humana.

Aunque la migración hacia Colombia ha sido históricamente constante, en los últimos años, especialmente con la llegada de migrantes venezolanos, hemos visto un aumento exponencial en el número de personas que requieren asistencia. La crisis migratoria ha puesto una presión muy fuerte sobre las capacidades de las autoridades locales y organizaciones como la nuestra, que operan en el terreno.

Además, el proceso de regularización migratoria sigue siendo muy lento y complicado, lo que impide que muchos migrantes accedan a servicios de salud, educación o empleo formal.

La discriminación, la xenofobia y la estigmatización son realidades diarias que enfrentan nuestras personas atendidas, y nos vemos constantemente en la necesidad de sensibilizar a la sociedad local sobre el valor y los derechos de los migrantes. Otro reto es la falta de vivienda accesible y la creciente informalidad laboral, lo que obliga a muchas familias migrantes a vivir en condiciones precarias o sin la seguridad social necesaria.

¿Cómo responden las Scalabrinianas a estas necesidades?

Hna. Valdete Wilemann: Las Hermanas Scalabrinianas, hemos sido testigos de la realidad de la migración y nos hemos comprometido a ser un faro de esperanza para los migrantes que llegan a nuestra Fundación. Respondemos a estas necesidades con un enfoque integral que atiende no solo las necesidades inmediatas, sino también las estructurales que permiten la integración efectiva de los migrantes.

Esto incluye el apoyo legal: con asesoría en el proceso de regularización migratoria, solicitudes de refugio y permisos temporales; el acompañamiento psicosocial, porque el trauma de la migración forzada y la xenofobia requieren una atención emocional constante. Ofrecemos, también, cursos y diplomados de formación para el trabajo en diversas áreas.

Además, trabajamos de manera activa en la sensibilización de la comunidad local sobre los derechos de los migrantes, para reducir la discriminación y fomentar un entorno de acogida y solidaridad.

¿Qué proyectos o servicios ofrece la misión?
Hna. Valdete Wilemann: Los proyectos y servicios de la Fundación son amplios y están diseñados para abordar las diversas necesidades de los migrantes. Algunos de los más destacados incluyen:

Asesoría legal migratoria, a través de la cual brindamos apoyo legal para regularizar la situación migratoria, solicitando refugio o permisos de permanencia. También ayudamos en casos de deportación y regularización de documentos.

Hna. Valdete y una migrante en la graduación del curso de Estética Corporal

El centro de acogida y alojamiento temporal, en lo cual disponemos de espacios para proporcionar refugio temporal a aquellos migrantes en situaciones de emergencia, principalmente mujeres y niños, que llegan sin un lugar donde quedarse.

Ofrecemos cursos y diplomados de formación para el trabajo en áreas de formación de cuidado estético de manos y pies, estética capilar, estética corporal, panadería y pastelería, corte, confección y patronaje, entre otros.

Atención psicosocial y acompañamiento familiar, a través de los cuales ofrecemos apoyo emocional y psicosocial, y realizamos actividades para promover la integración familiar.

La red de salud, a través de la cual colaboramos con clínicas y hospitales locales para garantizar que los migrantes reciban atención médica adecuada, especialmente en casos de enfermedades tratables o situaciones de emergencia, para ello trabajamos desde los procesos de derivación y activación de rutas interinstitucionales.

Tenemos, también, la red de empleabilidad, con la cual facilitamos la inserción laboral de migrantes mediante alianzas con empresas locales y programas de formación técnica desde áreas específicas de responsabilidad social empresarial.

¿Existe alguna colaboración con otras organizaciones o entidades?

Hna. Valdete Wilemann: Sí, contamos con alianzas clave con organizaciones internacionales como ACNUR, OIM, y otras ONGs locales que trabajan con comunidades vulnerables.

También hemos establecido relaciones de colaboración con entidades gubernamentales como Migración Colombia y el Ministerio de Trabajo, lo que nos permite coordinar esfuerzos en programas de regularización, empleabilidad y bienestar.

Además, recibimos el apoyo de diversas entidades católicas entre las que se encuentran el Banco de Alimentos de Bogotá, la Fundación San Antonio, parroquias de la Arquidiócesis de Bogotá, entre otras instituciones.

¿Cómo es el día a día del trabajo en esta misión?

Hna. Valdete Wilemann: El día a día es bastante dinámico. Comienza temprano desde la atención de emergencias hasta las consultas sociales y legales. Nuestro equipo, que incluye psicólogos, trabajadores sociales, educadores y voluntarios, se organizan para dar atención integral a los migrantes.

Las actividades del día incluyen desde acompañamiento para el proceso de regularización migratoria, pasando por procesos de formación hasta programas de salud y recreación. Además, nos reunimos para evaluar casos críticos, coordinar acciones y buscar nuevas soluciones a los problemas de nuestros beneficiarios. Trabajamos también en campañas de sensibilización y apoyo comunitario.

¿Hay alguna historia que haya marcado su trayectoria?

Hna. Valdete Wilemann: Una de las historias que más me conmueve es la de una joven madre venezolana, que llegó a la Fundación completamente sola con su hijo pequeño, tras haber dejado todo en su país debido a la violencia.

Su situación era extremadamente difícil, no tenía documentos y carecía de recursos. A través de nuestro programa educativo y el apoyo psicosocial, logró superar muchos de sus temores y dificultades. Con el tiempo, pudo regularizar su situación migratoria, encontrar trabajo y brindar a su hijo la oportunidad de estudiar. Hoy, ella trabaja y este logro se fomentó por medio de diversas estrategias, ayudando a otras mujeres migrantes a integrarse en su nuevo entorno.

¿Cuáles son los mayores frutos del trabajo de la misión?

Hna. Valdete Wilemann: Uno de los mayores logros es ver la integración exitosa de nuestros hermanos migrantes en la sociedad colombiana. Las historias de familias que han pasado de la precariedad a la autosuficiencia, de migrantes que han encontrado trabajo y estabilidad, y de niños que han logrado acceder a la educación, son nuestros frutos más preciados. También vemos el impacto positivo en la sociedad local, que gradualmente ha empezado a ver a los migrantes no como una carga, sino como parte vital de nuestra comunidad.

¿Cómo pueden las personas apoyar el trabajo de las Hermanas Scalabrinianas en esta misión?

Hna. Valdete Wilemann: Las personas pueden contribuir de diversas maneras. La más inmediata es a través de donaciones económicas, siendo voluntarios o participando del plan padrino que nos permiten seguir brindando los servicios esenciales a los migrantes. Además, pueden colaborar en la sensibilización de la sociedad sobre la situación de los migrantes, compartiendo sus historias y promoviendo la solidaridad, siendo voceros de lo que se realiza en la Fundación de Atención al Migrante y la misión de las Hermanas Scalabrinianas.

¿Qué significa para usted vivir los 130 años de la fundación de la Congregación en su misión?

Hna. Valdete Wilemann: Para mí, celebrar los 130 años de la Congregación es un acto de profundo agradecimiento. Nos recuerda que somos parte de una historia viva, un carisma que se ha mantenido fiel a su misión dejada por nuestro Fundador San Juan Bautista Scalabrini. Ver en cada Migrante el rostro de Jesús y a nuestro querido Papa Francisco de acoger, proteger, promover e integrar a los migrantes. Es una oportunidad para renovar nuestro compromiso con los valores de la Congregación y continuar adelante con la misión de ofrecer un futuro mejor a quienes llegan a nosotros buscando refugio, esperanza y oportunidades.

Del Servicio de Comunicación

130 anos em entrevista: Leia mais

Compartilhe esta informação. É muito importante.

As pessoas também estão lendo:

AGENDA DE PUBLICAÇÕES
agosto 2025
S T Q Q S S D
 123
45678910
11121314151617
18192021222324
25262728293031

Irmãs Scalabrinianas

Estão presentes em muitos países do mundo.
Para melhor exercer sua missão, a Congregação divide-se em províncias/regiões de missão.
 
Nestes espaços, as irmãs se dedicam à missão que aceitaram realizar, comprometendo-se com a vida, especialmente dos que mais sofrem, dos migrantes, dos refugiados.
 
São mulheres que escolheram seguir o chamado de Deus, confiando-lhes uma linda e importante missão na igreja.

Siga-nos

Mais recentes no site

Conheça o trabalho das Irmãs Scalabrinianas com migrantes e refugiados